Llegué zigzagueando por la vereda, llamé para que me atendieran, y es ahí que me vio la persona que atendía y me dijo: Toño a ti no te vendo. ¿Queeeeé? me pregunte internamente, de seguro que me vio la cara de misio (sin dinero) o habrá pensado que vine a pedirle fiado. Insistí de forma cortés y me dio la misma respuesta.
No recuerdo bien si era la única tienda abierta del barrio, pero si recuerdo muy bien, es que el hecho me dejo una lección de vida. Estaba dispuesto a caminar hasta encontrar una tienda abierta para seguir bebiendo con "mi famoso amigo de borracheras",(el cual no mencionare el nombre) pero esa tarde se me quitaron las ganas de tomar. Llego hasta el punto de sentir vergüenza puesto que la persona que me atendía conocía a mi abuela (mi mamá), y con su actitud me dio a entender que no me vendía nada por respeto a ella y a la consideración hacia mi familia.
Esa tarde recibí un consejo y una lección, (aunque esa tarde seguiría tomando..).
Muy pocas personas quedan ahora, que por la consideración o por ética no venden licor a una persona joven, o cigarrillos (por decir lo menos), ahora quedo de lado la moral, y muchos hasta le venden ( sin importar sus padres o familia) a menores de edad, para ganarse un dinero extra.
Ahora son tiempos del negocio, "business son business", como dicen en Perú, y nuestra sociedad se va formando de anti valores, que ponen en primer lugar el provecho de las cosas, el provecho de la situación, el "que gano yo con todo esto", nos ha hecho vivir una vida de doble moral.
Por un lado criticamos abiertamente a la gente de mal vivir, y por el otro lado le vendemos la cervecita bien al polo (bien helada).
Justificamos nuestras acciones delante de nosotros mismos. Pero no delante de Dios.
"Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.
Id, pues, y aprended lo que significa: Misericordia quiero, y no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento."
Ahora necesitamos cambiar de vida, el año 2013 esta empezando y no creo que queramos terminar vendiendo cervecitas una vez mas.
Que Dios los bendiga, ah me olvidaba de contarles que la persona que no me vendió las cervezas se mudo. Con razón aumentaron los borrachos en mi barrio. Bueno ahora si me despido, y bendiciones.