¡Sean todos bienvenidos a Dale tu mejor Click!
gadgets para blogger

miércoles, 9 de enero de 2013

Pin It

Widgets

Pin It

Widgets

El arma y la linterna

Era una noche tranquila a mi parecer, todo estaba en su lugar, me dije, la maquina que utilizaban los albañiles, los barriles llenos de pintura ocultos entre los ladrillos y aun la luna llena  permanecía escondida entre las nubes. Era una noche mas de guardia en mi trabajo como sereno o como le dicen en Perú despectivamente "Guachiman". Yo trataba de ser el mejor Guachiman nocturno hasta que el sueño me lo permita (por ello dije que trataba). Cuidaba la construcción de un barrio estatal. No estaba armado sólo llevaba una pequeña biblia y  mi potente arma que lanzaba luces, una poderosa linterna que se cargaba la batería periódicamente para desafiar a la oscuridad y descubrir a lo lejos el paraje oscuro que me rodeaba.
Pero esa noche ocurrió algo que rompió la calma, dejándome un poco turbado, no era ningún ladrón, ni los mosquitos que picaban sin cesar. Era un camión grande de transporte particular había quedado estacionado en la oscura y fría pista. Después de avisar con el silbato varias veces, asumí que ocurría algo que merecía acercarse (los autos o cualquier medio de transporte estaban prohibidos de  estacionarse cerca del barrio en construcción).
Después de advertir al chófer la situación en la que se encontraba, diligentemente él se bajo del camión a buscar la falla con algunas de sus herramientas en la mano. A mi me estaba prohibido salir de los linderos de la zona que cuidaba, por ello es que desde el alambrado miraba los esfuerzos del chófer de buscar y de rebuscar su linterna que necesitaba para alumbrarse pero esta no le bastaba para poder solucionar el problema.
Fue así que contra todo pronostico (y también ordenes) salí hacia la pista cruzando el alambrado y saque mi potente arma. Por supuesto, amigos saque mi poderosa linterna que alumbraba hasta mas de 100 metros y le propuse ayudarlo con ella. Y al entrar ya mas en confianza, le dije que la zona era peligrosa dado porque no había alumbrado público y cerca llegaban personas para asaltar y robar aprovechándose del anonimato que le concedía la oscuridad.
Parece que lo que le dije lo lleno de temor, lo cual no era mi intención,  aproveche para decirle que mientras veían que el sereno lo ayudaba, no se iban a acercar, porque todos pensaban que yo tenía un arma.
Me confesó que venia del Buenos Aires (o iba para Buenos Aires, ya me olvidé), pero no olvidé que me dijo que tenia a su mamá que asistía a una iglesia cristiana. Pero, él no iba a pesar de que su mamá lo invitaba a él, a su esposa y sus dos menores hijos. Me hablo de que no tenía tiempo para la Iglesia, porque su trabajo le hacia viajar mucho o que llegaba cansado del viaje y me dio a entender de que el no compartía la misma "religión" que su mamá.
Nada sucede por casualidad, le dije, no es casualidad que el motor te haya fallado justo en la zona mas peligrosa y no es casualidad que me haya ofrecido para ayudarte. Le dije que Dios lo había guardado y ayudado en respuesta a una madre que ora por su hijo. Era Dios extendiendo su mano de amor en medio de la oscura  y fría ruta.
Se conmovió y le dije yo también asisto a una iglesia cristiana y es ahí donde saque el arma, no amigos esta vez no era la linterna, sino la pequeña biblia azul del nuevo testamento que llevaba en el bolsillo. Le dije que llegará a la casa de su madre y aceptara la invitación que ella le ofrecía y que no vaya sólo sino con toda su familia.
A este hombre no lo volví a ver mas, me olvide de su nombre y de su cara. Pero no de aquella noche al parecer tranquila en donde Dios habla a las personas que necesitan de él. No es casualidad que leas esta página, y te dirás yo no necesito de  Dios, pero tu alma si  lo necesita.
Tu y yo necesitamos la guía de Dios.
                              
 Lámpara es a mis pies tu palabra, 
            Y lumbrera a mi camino. Salmo 119:105.

Porque así como una linterna cuida tus pasos y alumbra tu camino, así la palabra de Dios alumbrará tu casa  y guiará tu vida.
Me despido y que Dios lo bendiga.

No hay comentarios: