Por Dios y por la plata

              Hace casi trece años precisamente en el mes de Julio del año 2000, cuando estaban juramentando los nuevos congresistas peruanos, juramentaban de la siguiente manera: Juro por Dios y por la patria cumplir fielmente… Uno de ellos, el cual ya no interesa el nombre dijo: "Juro por Dios y por la plata".

              Estas palabras causaron asombro entre los asistentes y los millones de peruanos que estaban siguiendo la trasmisión en vivo y en directo por televisión en cadena nacional, nos quedamos atónitos ante semejante palabra, luego de autocorregirse, la risa surgió (y también la indignación) y quedo como una anécdota graciosa para recordar.

             Lo anecdótico para mi y para muchos es que este fue el congresista nacional mas sincero de todos.  Mas allá de este "Lapsus Linguae" que pueda revelar la verdadera intención de la persona o no (y también fuera de toda broma eh ); este episodio nos hace reflexionar sobre la verdadera intención que hay en nuestros corazones y descubre nuestra condición delante de Dios.

              Hace muchísimos años hubo otro episodio, un hombre fariseo llamado Nicodemo, buscaba a Jesucristo de una  manera sincera, este no era un hombre simple o común como nosotros este era considerado principal (importante) entre su pueblo y maestro en su religión (la judía), fue a verlo de noche -que era la manera de pasar inadvertido en aquellos tiempos- Le dijo a Jesús que lo reconocía como maestro y que era enviado por Dio por las señales (milagros), que el hacía.

Pero sigamos lo que respondió Jesús según el evangelio de San Juan capitulo 3, versículo 3:

        Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo,  no puede ver el reino de Dios. 

            El hombre en su estado natural tiene las mejores intenciones, puede buscar a Dios de una manera sincera, puede asistir a la iglesia, dar limosna, orar y ayunar como Jesús lo enseño, pero toda su religión es rebelión para Dios.

           Nicodemo era un hombre que tenía una buena posición, un hombre reconocido, lo que muchos en este tiempo buscan, pero ni todo lo que había alcanzado ni la religión que profesaba tener, le alcanzaba para ver el reino de Dios. Es simple, tu y yo necesitamos nacer de nuevo.

          Hay una palabra que la mayoría no quiere leer ni menos escuchar se llama Pecado.

Y quiero decirte amigo lector que nuestra rebelión lleva ese titulo. No sé cuan bueno eres, o cuantas metas o logros hayas alcanzado en la tierra ninguno de nosotros llegara a ver el reino de Dios por sus obras.

 Porque eso es justamente lo que la religión es: las obras del hombre para alcanzar el cielo.

Pero la crucifixión y resurrección de Jesucristo es la obra de Dios para que el hombre alcance la salvación mediante la Fe en él.

            Ahora volviendo al episodio en Perú del año 2000, este fue el primero pero no el último de los juramentos que se hicieron con la famosa frase: "Juro por Dios y por la plata". Siguieron juramentando Alcaldes, Regidores, Concejales y otras autoridades, ¿cuántos mas seguirán pronunciando la famosa frase con sus labios? (obviamente de manera involuntaria o a manera de confesión no lo sabemos). Pero ello  nos hace entrar en reflexión.

 Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?  San Marcos 8:36

 Me despido y bendiciones.